El Toyota Yaris 2018, Sachis y sus “nitpicks”
Apareció este mes el nuevo Toyota Yaris 2018. Los invito a no comprarlo. Principalmente, porque no necesitamos más autos nuevos. Y en segundo término, si de cualquier manera vas a comprarte un auto, la advertencia está en que dentro de las opciones de autos nuevos que nos caen a México el Yaris 2018 no está a la par en cuanto a seguridad y eficiencia.
Cuando revisas las características de este Yaris, notarás que hay un gran avance en el área de controles electrónicos. Hay frenos antibloqueo, repartición electrónica de frenado, asistencia de frenado, control de tracción, control de estabilidad y asistencia en pendientes. Ya cuando te pasas al área de seguridad pasiva, descubres que con solo 2 bolsas de aire frontales este nuevo Toyota se ha quedado una década atrás. Y hablo en sentido literal, puesto que el Yaris sedán mexicano del año 2008 también venía equipado solo con bolsas de aire para conductor y pasajero delantero.
Otra característica que este Yaris 2018 acarrea del pasado es el motor. Que como en muchos otros vehículos, si el consumo es bajo no necesariamente significa que la mecánica es eficaz. Quizá el motor sea confiable. Quizá el gasto en combustible es reducido. Pero como ya lo he dicho en el pasado, esos detalles no son suficientes para darle el sí a cualquier automóvil nuevo que nos presenten.
Toyota trata de hacer pasar este Yaris como un gran automóvil.
Este Yaris se vende en Tailandia como el Yaris Ativ y cuando revisas las características de equipamiento –concentrándonos en las 7 bolsas de aire disponibles allá, como estándar –, notas que Toyota en México trata de vendernos una versión inferior y mutilada. Una decisión mala y decepcionante.
En el sitio web oficial de Toyota en México, está la página informativa sobre el Yaris sedán. Luego de explorar varias secciones, te encontrarás con un área a la que llaman “reconocimientos” y aparecen referencias a distintos cumplidos que ha recibido el auto.
Los dos primeros pertenecen a organizaciones que califican productos a la venta en Estados Unidos bajo las especificaciones que se comercializan allá. Las opiniones de Kelley Blue Book o J.D. Power son válidas pero solo para el Yaris que se vende en Estados Unidos y que en su año 2018, resulta, es un automóvil completamente distinto al que tenemos en México.
Como dato curioso, el Yaris estadounidense se ha vendido desde 2009 con al menos 6 bolsas de aire.
La cita de Autología fue extraída de la nota donde se presentaba al Yaris, pero de 2017. Además, la frase está por completo descontextualizada pues el artículo no se refería al Toyota en individual, sino que como parte de la introducción a la nota, el autor escribe una descripción sobre el estado de los sub-compactos en general:
“Con ofertas como el Chevrolet Sonic, Nissan Versa y Volkswagen Vento esta categoría no para de evolucionar y cada vez ofrece más equipo de seguridad, confort y conectividad por precios accesibles para la mayoría”.
Por otro lado, muy probablemente los periodistas habituales te dirán que es una buena opción de compra.
De hecho, en Autología sí escribieron sobre este nuevo Yaris. Sin embargo, deciden obviar la inclusión de solo 2 bolsas de aire y se limitan a hacer eco a los datos oficiales publicados por Toyota. La ausencia de un verdadero equipo completo de seguridad jamás es criticada o condenada. Misma situación con Autocosmos, donde consideran destacable la aparición de este equipamiento mediocre. Igual con Autodinámico.
En InterAuto presumen la aparición de este nuevo auto y, también, enlistan los datos oficiales sin señales de desaprobación.
Esta es mi gran queja alrededor del estado del periodismo automotriz mexicano. Se olvidan que los automóviles son objetos a los que no se les debe pleitesía ni consideraciones. En cualquier otra industria, como la de los videojuegos, electrónicos, hasta en entretenimiento, encontrarás que la prensa no se toca el corazón si descubren un producto de baja calidad. Con la mano en la cintura te dirán que no lo juegues, que no lo compres o que no pierdas tu tiempo.
Comunicar el rechazo a las características deficientes de un producto debería ser parte del trabajo de un periodista que se fija como objetivo el formar una opinión completa en los consumidores. Y cuando laboras para un medio que se considera orgullosamente una “guía de compra”, con mayor razón. Más en México, donde también deberíamos concentrarnos en reformar la oferta de vehículos que tratan de vendernos.
Si los principales sitios de noticias automotrices se enfocan en transmitir la información de las marcas “as is”, tal como llega, sin algún tipo de crítica o advertencia, lo mejor sería brincarnos a los periodistas y consumir los datos que el fabricante publica en sus notas de prensa.
Es cuestión de principios ya no usar nuestro dinero para respaldar a los fabricantes de autos que deciden traernos productos defectuosos.